El Boro y el Agua de Mar
Written by Laia Gómez Carreras
- Published in nuestro blog
- Read 2683 times
- Be the first to comment!
Una de las características del agua de mar que le proporciona la condición del mejor nutriente de la naturaleza es justamente por la totalidad de minerales y oligoelementos que contiene.
Nuestro líquido extracelular, el medio interno que baña todas las células de nuestro cuerpo y del que depende la vida celular, tiene una gran similitud en minerales y oligoelementos al agua de mar. Lo único que cambia es la proporción de las sales disueltas.
Nuestro cuerpo tiene una proporción de 9 gr/l mientras que el mar contiene 36 gr/l. Esto se debe a que la célula sigue manteniendo la concentración de los océanos primigenios, donde surgió la vida. Vamos pura biología.
Pero el ser humano, debido a su eterna arrogancia, juzga la cantidad que tiene que haber de un determinado mineral en este líquido tan perfecto que nos da la naturaleza. No sé si es por manipularnos, por ignorancia o arrogancia, el hecho es que hoy atacan al boro, mañana puede ser al magnesio y el siguiente al potasio.
Entonces ¿ahora hay que quitar el boro al agua de mar?
El boro es un oligoelemento, la proporción es tan pequeña que le llamamos elemento traza. En el agua de mar lo encontramos disuelto entre 4-5 mg/l.
El aporte diario de boro varía entre los 0,3 y 41 mg/día. Las necesidades diarias se han establecido en un mínimo de 0.5-1 mg/día, considerándose un rango seguro de ingesta entre 1 y 13 mg/día. La OMS ha estimado que el nivel aceptable de boro en el agua es 2’4 mg/día. En Europa, los estándares locales oscilan entre 1- 2 mg/día y en Canadá, 5 mg/día. La “ posible” toxicidad de boro se estipula entre 5 a 20 gramos al día.
¿Qué quiere decir esto? ¿que tendría que beber más de 1000 litros al día para que el boro del agua de mar pudiera causarme algún síntoma o enfermedad? ¿Mil litros? Entonces, ¿por qué se quiere retirar el boro del agua de mar, cuando se venden suplementos de boro como medicina?
El boro es un mineral que se encuentra en los alimentos y en el medio ambiente. Las fuentes más notables de boro son frutas como manzanas, naranjas, uva, pera, ciruela, kiwi, frutos secos como almendras, pasas sultanas, avellanas, legumbres como garbanzos, alubias, frijoles, soja, lentejas, verduras como cebolla, tomate, patatas, vino, cerveza, aceitunas, etc...
El boro es esencial para el metabolismo de calcio, cobre y magnesio, y para la fijación de nitrógeno. Se usa para la formación de huesos, para el tratamiento de la osteoporosis y la osteoartritis, como una ayuda para la formación de músculos, para mejorar las habilidades de pensamiento y la coordinación muscular.
Experimentos e investigaciones científicas muestran una relación significativa entre la mayor disponibilidad de calcio y magnesio en presencia de boro. También parece haber una correlación entre el boro y la efectividad de la vitamina D3.
La participación del boro es necesaria en procesos metabólicos como el transporte de azúcares, la síntesis de la pared celular, el metabolismo de carbohidratos, de ARN, de ácido indol-acético y de fenol, el proceso de respiración y el transporte de membrana.
Otra propiedad excepcional del boro es su capacidad como desintoxicante de contaminantes.
radiactivos. El boro protege de la radiación de cesio-137 y estroncio-90, productos extremadamente peligrosos de la fisión de uranio-235.
Entre los científicos, investigadores e ingenieros en el campo de la fisión nuclear, el boro es comúnmente reconocido como un antídoto viable, si se toma internamente, contra el envenenamiento radiactivo severo y agudo.
El boro permite a nuestro ADN crear un sistema de almacenamiento para protegerse de la radiación y la reparación de roturas en los cromosomas causados por contaminación radiactiva.
Como vemos el boro es esencial para el metabolismo óseo, absorbe y elimina la radiación y puede ser un elemento importante para prevenir el cáncer, la artritis y otras enfermedades.
Hablar de quitar el boro al agua de mar por un cierto problema de toxicidad, cuando para ello, tendríamos que consumir dosis tan altas, miles de litros al día, hace que sea totalmente imposible una intoxicación de boro en el agua de mar.
Pero mucho más profundo que todo esto, en la nueva ciencia del agua de mar y en las propiedades cuánticas del agua y de los elementos de la tabla periódica el tema del boro aún cobra mucha más importancia.
La molécula de agua es armoniosa y estable y por lo tanto puede transferir la armonía a la naturaleza y hacer posible la vida. Se nos ha enseñado que la fórmula química del agua es H2O, sin embargo electroquímicamente hablando no lo es, ya que una sola molécula de agua no existe por sí misma. La estructura real, la verdadera fórmula estructural para la molécula de agua es H3O2 . La geometría del agua basada en las matemáticas de vórtices demuestra que el agua es armoniosa, dual, estable y capaz de establecer una comunicación.
La tabla periódica organiza todos los elementos químicos conocidos por la humanidad de acuerdo a su número atómico respectivo y creciente. El número atómico se refiere al número de protones, partículas subatómicas que presentan una carga positiva en el núcleo de cualquier átomo. Así, mediante la adopción de los primeros 10 elementos de la tabla periódica es posible agrupar el resto de acuerdo a su desarrollo físico, eléctrico y propiedades químicas y se puede mirar su significado en base a su geometría.
El número atómico del boro es el 5, su significado es la gratitud y su implicación en la humanidad es el agradecimiento.
El cuerpo humano tiene simetría bilateral, se puede dividir en derecha e izquierda, uno es la imagen del otro, es quiral. Al colocar nuestras manos juntas, nuestra simetría bilateral se convierte en símbolo internacional de gracia, agradecimiento y gratitud.
Para mí está claro, la nueva batalla contra el boro en el agua de mar es el resultado de una gran ignorancia hacia el mar, de una falta de respeto total al agua, de corazones y mentes con ausencia de amor y gratitud hacia el líquido más preciado que existe en la tierra, la fuente de la vida.